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El Bitcoin ES INEVITABLE. Incluso ante su repentino bajón. Y no digamos ya las criptomonedas en general. La economía del futuro no sólo ha llegado, es un hecho presente y está lejos de acabarse. Pero la pregunta sigue allí: ¿Se podría vivir bien en Venezuela mostrándonos ajenos al bolívar? La respuesta corta: Sí. La respuesta larga: Sí y te explicaremos cómo y por qué.
Al contrario de lo que muchos podrían pensar, el venezolano de a pié es un sujeto confiado, pragmático y algo suelto con el dinero. Una prueba de esto es cómo en una compra (en la panadería o el supermercado) no sólo no le importa que le redondéen la cifra a pagar, también da sus datos personales en voz alta (incluída la clave de la tarjeta), sin despecho ni complicaciones.
De este modo también se muestra arriesgado al momento de invertir en cualquier negocio que se muestre rentable. No en vano Venezuela es uno de los países con mayor capitalización en el mercado de las criptomonedas. Pero, ¿cómo un país con esta crisis económica es capaz de arriesgarse a tanto?
De bolívares a dólares
Durante los primeros años de la devaluación del bolívar era común escuchar la frase: “Yo no compro ni cobro en dólares, así que no me afecta”. Más temprano que tarde (y por las malas) el ciudadano promedio no sólo terminó comprendiendo el valor del bolívar. Ahora los dólares (de manera extraoficial) son el eje central de la economía nacional. Todos los precios se transportan a dólares. No hay negocio actualmente que no acepte dólares como método de pago, sea efectivo o digital (paypal, zelle, etcétera.).
Si la transición no ha sido definitiva, es porque: en primer lugar no se ha hecho oficial (a nivel de gobierno) la economía dolarizada; en segundo lugar, no hay manera de respaldar completamente este paso; y en tercer lugar, aún hay procesos de transacción donde el dólar no ha penetrado, como pagos por punto de venta o pago móvil. Esto último, increíblemente, es lo único que mantiene con vida a un bolívar cada vez más moribundo.
El bolívar, a pesar de todo, es una moneda que permite agilizar algunos procesos. Por supuesto, a la sombra del dólar. Por ejemplo, ¿no tienes un billete de 1 dólar para pagar algún producto?, pues pagas en bolívares el equivalente a 1$.
Y listo, sólo por eso ha sobrevivido el bolívar en Venezuela. Porque nadie, que tenga cierta cantidad de bolívares en el banco, se atreve a dejarlos allí sin buscar maneras de comprar dólares (para esquivar la devaluación); o busca la manera de gastar rápido ese dinero, antes de que se devalúe más.
El salto a las criptomonedas
Podemos entender que el venezolano, en general, ya está acostumbrado al constante cambio de monedas. Que es capaz de aprovechar las constantes fluctuaciones de las divisas.
Podemos entender también, cómo en medio de la crisis tantas personas se han arriesgado a entrar al mundo de las criptomonedas. Desde la perspectiva del venezolano: hay mucho para ganar y poco o nada que perder.
Y no hablamos de la minería. Nos referimos a comprar bitcoin y cómo comprar criptomonedas, en general. Educarse al respecto y hacer trading. Para luego pasar los bitcoins a dólar y capitalizar las ganancias.
Poco a poco se han ido cayendo los mitos que giran en torno al mundo de las criptomonedas. Hay quienes piensan que para ingresar al mundo de las criptomonedas es necesario comprar grandes cantidades de estas.
Pero existen plataformas, como la de Remitano, donde puedes adquirir criptomonedas, desde pequeñas cantidades para dar los primeros pasos en este mundo.
Incluso para las personas más desconfiadas existen alternativas como las stablecoins. De este modo es increíblemente sencillo, fácil y rápido, comprar bitcoin, pasar bitcoin a dólares (en este caso USDT) y los dólares a bolívares, o de bitcoin a bolívares, lo que el usuario prefiera.
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